En las negociaciones de coyuntura política en que obligadamente están inmersas las dirigencias partidistas del PRI, el PRD y el PAN, confluyen una gran diversidad de factores: los intereses grupales, las exigencias de las respectivas militancias y las circunstancias prevalecientes en cada uno de los distritos y municipios donde es factible llegar a acuerdos; lógicamente, mientras más importante es un municipio o si el número de aspirantes es nutrido las negociaciones se complican. Elemento de singular influencia son las relaciones de poder en cada distrito o municipio, los hay donde el cacicazgo impone sus condiciones sobre cualquier negociación, lo cual complica o facilita acuerdos; obviamente prevalece la propuesta del partido posicionado en el poder local. En ese complejo de factores ¿qué ha evitado se concrete la alianza Va por México en Xalapa donde a leguas se observa la ausencia de competitividad del PRI, el PAN y del PRD jugando separados? Porque está visto que solo una alianza les conferiría capacidad competitiva ante una candidatura firme y convocante como la de Ricardo Ahued. Si esto último es el escenario xalapeño, entonces se configuraría la crónica de una elección anticipadamente favorable para MORENA.