Aunque al principio parecía que todo estaba cantado a favor de la Cuarta Transformación, en los últimos días aparecen datos que hacen presumir que habrá un cambio en la fisonomía política de la República.
Las encuestas que se están presentando, aunque no son completamente confiables, porque a veces pareciera que hay un optimismo desbordado por parte de analistas y observadores, críticos por cierto del régimen, sin embargo, revelan la posible pérdida de la mayoría del Congreso para Morena y el renacimiento de PAN, PRI y PRD, unidos en la Alianza Va por México, gubernaturas que están en disputa cerrada y supuestamente numerosas alcaldías que irían a la oposición.
Como dijeran los clásicos, la verdadera encuesta es el día de la elección, pero este será un final cardiaco, también usando el indispensable lugar común.