Le recomendamos a usted que lea la bien argumentada columna de Raymundo Rivapalacio, donde hace un análisis sobre los lugares del país en los cuales tuvieron intervención los cárteles de la droga para intimidar, amedrentar candidatos, robar urnas y en general operar a favor de los candidatos del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Amplias zonas del territorio nacional habrían estado bajo el control del Cártel de Sinaloa, Los Salazar, la organización del empresario Bogart Soto, el Cártel Jalisco Nueva Generación (a favor de Movimiento Ciudadano), y La Familia Michoacana.
Este comentario se complementa con el excelente trabajo de Arturo Reyes Isidoro, quien recogió opiniones y experiencias entre gente del propio Morena, los cuales le confiaron que los triunfos arrolladores de ese partido en Veracruz se sustentaron en los programas sociales del Presidente, y en el uso de hombres armados y encapuchados contra candidatos bien aceptados por el electorado, a los que metieron a la cárcel con cualquier pretexto; quemando vehículos, destruyendo viviendas, disparando contra casas de campañas y casas de candidatos, con saldos de muertos y heridos, y un largo etcétera.
A lo que el columnista agrega el uso sin límite de recursos públicos para planchar todo lo que fue necesario, para comprar y poner a su disposición y bajo sus órdenes a todo el aparato electoral tanto el controlado por el INE como por el OPLEV, para operar el día de las elecciones incluyendo la compra de votos, todo tan a lo bestia por lo cuantioso que los propios priistas, que fueron y son maestros en la especialidad, están asustados porque ellos nunca se atrevieron a tanto y porque nunca se había visto lo que acabamos de ver.
De esta manera sí se entiende que el presidente dijera que en las elecciones los delincuentes se portaron bien, ¿lo recuerda?
Aquí le dejamos ambos trabajos: