Los abusos de autoridad son tan fuertes en Veracruz que permean tanto al ámbito externo como al local. Es ineludible no darse por enterado de los escandalazos que involucran a personalidades y medios de comunicación, señalando las irregularidades en que vivimos los veracruzanos.
Y justamente en este ne laisser pas faire, ne laisse pas passer, invirtiendo la frase de los fisiócratas del siglo XVIII, la semana pasada se conmovió la reunión de la Comisión Estatal para la Atención y Protección a Periodistas (CEAPP), cuando el consejero Iván Gidi Blanchet reclamó en el seno de la misma que ese órgano debería pronunciarse sobre el delito de ultrajes a la autoridad, pero también conminar al gobernador y al secretario de Gobierno para que se abstengan de hacer señalamientos agresivos a la prensa crítica.
En una verdadera democracia, lo que propone Iván sería la regla, no una postura excepcional.