Agencias/Sociedad 3.0
Un rapero llamado Flame (Marcus Gray) demandó a Katy Perry en 2014 afirmando que ella había copiado su canción Joyful Noise y un jurado le dio la razón. En ese entonces, el veredicto judicial ordenó a la disquera, productores y compositores de Perry pagar 2.78 millones de dólares a Flame.
En una decisión de 2019, la juez Christina Snyder determinó que ninguno de los elementos del ostinato (secuencia de notas que se repiten en una canción para apoyar la melodía principal) de Joyful Noise pueden protegerse independientemente con derecho de autor.
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Ahora en 2022, el tribunal compuesto por tres jueces ha realizado votación de 3 a 0 a favor de la cantante. Determinaron que el parecido entre ambas canciones es meramente circunstancial, por lo que ha librado a los demandados de cualquier responsabilidad.
El problema con Dark Horse y otros casos similares fue que se discutió más que por la parte melódica o la letra, por aspectos como la parte armónica, el llamado «feeling» o «groove» de la canción, que son espacios que comparten todos los géneros y toda la música que sirven como base para la construcción de una canción y no deberían protegerse de forma monopolística.
Este fallo es el final del pleito judicial de Grey contra Perry sobre Dark Horse que pasó 57 semanas en el Billboard Hot 100 y cuatro semanas en el primer lugar.