Jaime Ríos Otero
“… le tenemos confianza al Gobernador de Veracruz, no es como los otros, él es incapaz de fabricar delitos para castigar a adversarios. Yo le plantee este asunto, le pedí que se investigara a fondo y que se aclarara, es algo que tiene que ver con la detención de una persona acá en la Ciudad de México, con delitos graves”, dijo la mañana de este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador, al referirse al encarcelamiento y posterior liberación de José Manuel del Río Virgen.
“… Yo le plantee este asunto, le pedí que se investigar a fondo y que se aclarara”, es parte de lo que expresó el mandatario, aunque no queda claro si él ordenó proceder contra Del Río (y debilitar a Monreal).
La fabricación de delitos, con la complicidad del Poder Judicial y de la Fiscalía, es un hecho en Veracruz. El propio Cuitláhuac ha dado muestras de su ignorancia en materia jurídica cuando opina, pero sobre todo, de su mala fe, de su crueldad, al defender temas indefendibles como el delito de “ultrajes a la autoridad”, o al imputar ilícitos inexistentes a sus enemigos políticos.
La constante protección y justificación del (en mala hora) presidente de México, es un agravio, otra vez, contra los veracruzanos.