jueves, mayo 2, 2024

¿Despertó la oposición, o solo es fuego fatuo?

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Ayer se despojó de su cuerpo de peregrino en esta dimensión Rafael Cruz Tronco, @ “El Negro Cruz”, deja como constancia irrebatible de su existencia una extensa gama de muy variadas anécdotas, entre otras, la de cuando Fidel Herrera dijo a su amigo Gustavo Ávila: “si tú y yo no hubiéramos estudiado, ahora mismo trabajaríamos para el “Negro Cruz”. Cuando Gustavo se lo comentó al “Negro Cruz”, éste le contestó “Sí, ya trabajan para mí”. Descanse en paz Rafael Cruz Tronco.

Según el presidente López Obrador, no existe en el escenario nacional un fenómeno político que pueda alterar los planes de sucesión continuada trazados por su Proyecto de nación; tal criterio puede ser originado por una percepción errónea de la realidad, o bien concebido por un genuino convencimiento de la fortaleza política de la denominada Cuarta Transformación. Sin embargo, la actitud beligerante de AMLO contra la senadora Xóchitl Gálvez refleja indicios de una preocupación nunca antes demostrada, o quizás solo sea una actitud de molestia causada por la irrupción de un elemento posiblemente disruptivo previamente no esperado. Pero podemos coincidir en que la atención antes monopolizada por las conocidas “corcholatas” de la CuartaT ya no persiste, pues ahora es compartida con cuanto hacen, dicen y declaran quienes aspiran a ser candidatos presidenciales por el Frente opositor, y muy acentuadamente por la aparición de una figura atractiva para el populi minuto: la senadora Xóchitl Gálvez, convertida ahora en el blanco favorito de las cotidianas andanadas procedentes del Palacio Nacional.

No hay “fenómeno político”, dice el presidente, sin embargo la entrada en escena de la senadora Gálvez ha despertado entusiasmo en buena parte de la población mexicana atenta a los menesteres de la política y, por si no bastara, también ha provocado un efecto de impulso renovado al interior del Frente opositor mostrándolo dinámicamente presto para la contienda electoral. Pero quizás lo preocupante para el partido en el gobierno radica en advertir que el de por sí reducido entusiasmo del recorrido territorial de Claudia, Ebrard y Adán Augusto ahora debe compartir la atención del respetable público con los del Frente Opositor. Además, bien sabe el presidente que Morena sin su apoyo no entusiasma igual, y que es gracias a su atractivo mesiánico, acompañado con el espíritu clientelar de los programas sociales, lo que atrae hacia a Morena el apoyo electoral. Tampoco ignora el desgaste que sufre un presidente en las cercanías del ocaso de su mandato, lo cual va en ´proporción directa a la entrada en operación de una nutrida y variada lluvia de misiles enderezados en su contra. Al menos antaño así sucedía, porque cuando al término del jolgorio llega la hora de recoger las varas, el tiempo de seguir tronando cohetes también va llegando a su fin.

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