martes, abril 30, 2024

Tráfico de armas y fentanilo en la frontera impacta cada día más

"La situación está empeorando. Cada vez vemos más y más, y siempre es fentanilo.

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Dado que este opioide es barato y fácil de producir y transportar, los carteles de la droga mexicanos han empezado a mezclarlo con otras drogas recreativas como la cocaína para realizar en fentanilo.

Es posible que las personas que lo consumen no tengan ni idea de lo que verdaderamente estan consumiendo.

Una «epidemia»

Incautación de drogas en Tijuana

La ciudad fronteriza mexicana se encuentra sumida en una auténtica epidemia de drogas. Pero el presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, le ha restado importancia al problema.

«Aquí no se produce fentanilo. Aquí no se consume fentanilo», dijo el año pasado. Tras esa polémica afirmación, prometió presentar una nueva ley en el Congreso para prohibir el consumo de fentanilo y otros opioides sintéticos.

En Tijuana, temen que eso puede ser muy poco y venir demasiado tarde.

Se han hecho estudios que han demostrado que alrededor de uno de cada cuatro cadáveres en Mexicali contenía fentanilo, y el pasado mes de enero, las estadísticas para Tijuana llegaban a uno de cada tres.

Desafortunadamente, no se puede comparar los resultados con otros estados de la República, ya que Tijuana es la primera ciudad en realizar este estudio. Y dar cifraz impresionantes.

Impacto en Estados Unidos

La epidemia de fentanilo ha golpeado especialmente duro al país vecino, Estados Unidos, el mayor mercado mundial de drogas ilegales. Se calcula que allí murieron 70.000 personas por sobredosis el año pasado.

Por desgracia, este tipo de muertes son frecuentes en Estados Unidos.

Más de cinco habitantes de Texas mueren cada día a causa del fentanilo, según las autoridades estatales, y sólo en el condado de El Paso el fentanilo estuvo implicado en el 85% de sobredosis accidentales.

La policía de la ciudad compara la situación con la epidemia de crack de los años 80.

El Paso se encuentra al otro lado de la frontera de una de las ciudades más peligrosas de México, Ciudad Juárez.

Sin embargo, dada la facilidad con que se transporta, es casi imposible detener el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos.

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