Cuando se ve como intento de descalificar la angustiosa cruzada de padres para exigir al gobierno la dotación de medicamentos contra el cáncer, un razonamiento como el de Hugo López Gatell, de que se trata de un complot de grupos internacionales de la derecha que pretenden un golpe de estado, no se sabe cómo calificar eso.
Por fortuna, líderes políticos han encontrado adjetivos sumamente acertados, dentro de los cuales sobresale el usado por la dirigencia del PRI, que llamada “miserables” a esas declaraciones.
El PAN considera que esto es “el rostro más inhumano del Gobierno de López Obrador”, y que el subsecretario pasó “de la imbecilidad a la bestialidad”.
Por fortuna, el propio Presidente de la República admitió que no hay medicamentos y reconoció el derecho de los padres a protestar.
Ahora le faltan al señor López Obrador dos cosas urgentes por hacer: primero, surtir las medicinas porque los enfermos están muriendo; y segundo, cesar al orate lambiscón de López Gatell.