Jaime Ríos Otero
La expresión fue espontánea, pero algún portal colega la publicó igualmente textual. Sintió Cuitláhuac, pese a sus desplantes y torpes bravatas, la lumbre llegándole a los aparejos. No es para menos. Es distinto desatender acá en su feudo los clamores angustiosos de las cientos de víctimas que ha encarcelado, que tener encima la atención nacional, porque importantes líderes políticos del país tienen, con su investidura, una poderosa caja de resonancia.
El comentarista político de Noticieros Televisa le llamó esta mañana al suyo “régimen de caricatura”. Lo es.
Este día, primero fue la Fiscalía de Veracruz la que emitió un comunicado donde informa que ha aceptado y realizado las acciones inmediatas tendentes al total cumplimiento de la recomendación 146/2021 emitida en el mes de diciembre del año pasado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), con motivo de la detención de seis jóvenes en la ciudad de Xalapa.
Luego fue el titular del Ejecutivo, en su rueda de prensa de la media mañana, que lo hizo en términos similares, lo que interpretaron los medios como que promoverá la derogación del estúpido delito de ultrajes a la autoridad.
Cuando se derogue y alrededor de 2 mil 500 personas vean la luz de la libertad, el tema seguirá, porque se conocerán mucho mejor los casos de abuso.
Abusos que continúan, porque este mismo día se da a conocer la detención injustificada de dos jóvenes que portaban una alta cantidad de dinero y que fueron remitidos por ultrajes a la autoridad, sólo por cuestionar el porqué de su detención.
Pero no sólo eso: los policías les robaron 150 mil pesos. Así es que los apuros del Gobernador por remendar sus desaciertos, no han permeado hacia los genízaros, o acaso el propio secretario de Seguridad Pública no se ha enterado de que ya no le debe echar más leña a la pira en que finalmente resultará incinerado su jefe.