Jaime Ríos Otero
Ya se sabe que las redes sociales han creado su lenguaje propio, donde además del uso pubertil de los niños-rata, que son los especializados, los adultos de todas las edades y géneros participamos en numerosas expresiones de las cuales a veces ni sabemos su origen, pero sí la aplicación que tienen, tales como el “¡eso, mamona!”, “eso tilín, vamos tilín” y otras. Una de las más socorridas es “¡ya siéntese, señora”.
Ésta se suele emplear para frenar a alguien que está expresando necedades, imprudencias, impertinencias o que se excede en el uso de la voz (por cierto, no tiene connotación sexista, se aplica a uno u otro género).
Hay veces que sería preferible permanecer callado, en vez de agitar avisperos. Claro, a menos que uno se sienta muy gracioso, crea que es invulnerable, gane elecciones (como Duarte, que no perdía comicios, salvo el último) o acabe de recibir el espaldarazo presidencial.
La mañana de este martes, el gobernador Cuitláhuac García hizo mofa de la Comisión Especial Veracruz del Senado para investigar abusos de su gobierno. Les comprobó a los periodistas la inexistencia, en la web, de tal comisión, a la que denominó “fantasma”.
Por la tarde, la dichosa Comisión aparecía en la página oficial de Internet de la Cámara Alta.
¿Pero qué necesidad de ser tan sobrado? Atrae los reflectores y genera él mismo un clima nacional de animadversión hacia su régimen. No es consciente de que cualquiera de los 7 integrantes de la Comisión es un tigre junto al cual él nada tiene qué hacer, por más que ahora circunstancialmente sea gobernador del importante estado de Veracruz.
Poco vivirá el que no alcance el desenlace de esto.
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