La Embajada de Estados Unidos en México fue directa esta vez al criticar la reforma eléctrica que promueve el presidente Andrés Manuel López Obrador. Tan contundente fue que emitió un comunicado con adjetivos que no dejan lugar a dudas.
“Promover el uso de tecnologías más sucias, anticuadas y caras sobre alternativas renovables eficientes, pondría en desventaja tanto a consumidores como a la economía en general”, dice en uno de los momentos culminantes de la aproximadamente una cuartilla que emite.
Es suficientemente tersa y sí emplea el lenguaje diplomático al indicar que la administración de Joe Biden escuchará (¿refutará?) los puntos de vista del gobierno mexicano sobre asuntos energéticos (de los que nada sabe), mientras consultará con empresas estadounidenses del sector privado para (evitar que sean afectadas por México) entender mejor cómo lograr sus objetivos energéticos y climáticos (para que la 4T se adapte a la vertiente americana).
Una cuartilla que parece el tiro de gracia a la contrarreforma energética lópezobradorista.
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