Fue impresionante para los xalapeños ver este lunes a un muy respetado y antiguo profesor de primaria tirado en el suelo sobre uno de los carriles de vehículos en la calle Enríquez, exactamente frente a palacio de Gobierno, para protestar por las elevadas cuotas y multas que cobran las empresas de grúas, una de las cuales se llevó su carro, que se descompuso y tuvo que dejarlo en la calle en lo que buscaba un mecánico.
Es la segunda protesta contra las inconcebibles arbitrariedades, abusos y robo de las empresas de grúas, en complicidad con las autoridades. La anterior fue de un grupo popular.
Pocos conductores de vehículo habrá en todo el Estado, cuyos automotores no hayan sido arrastrados por las arbitrarias grúas, que recorren todos los puntos de las ciudades y pueblos, porque es un negocio multimillonario el que se ha armado para saquear a los inermes ciudadanos.
El maestro Filiberto está dando el ejemplo.