jueves, mayo 2, 2024

Defendiendo a los cavernícolas del Cártel inmobiliario

Cuando pasó el temblor, lo primero que pensé fue si por su reconocida eficiencia en la materia, a los del Cártel inmobiliario panista de la alcaldía Benito Juárez les había alcanzado el tiempo de apañarse algunos terrenitos para convertirlos en condominios chuecos. Y es que la sobrada capacidad para los bienes raíces dudosos está más que probada, así que para cuando se acabara el movimiento telúrico, era muy probable que ya tendrían los cimientos de una nueva torre Mítikah.

Por eso está mal que, en lugar de reconocer y exaltar tanto profesionalismo en la elaboración de atracos en despoblado por parte del Cártel inmobiliario, a los dirigentes del sector opositors encabezados por Claudio XXX y su camarilla de distinguidos voxistas con piel de oveja, los defiendan y apapachen con el mismo estilo cursi y melodramático al que recurrieron con el abuelo Tabe del cuchillote, Alito Moreno y los prófugos Ricardo Anaya y Cabeza de Buey.

Todos unidos, a través de los agrios y apoxcaguados tuits de la ultradecha nacional (ya se sabe, Madrazo, la Rabadán, el ChikiliQuadri y varios campeones en el fino deporte de azotarse contra los chayotes) que declara a sus antihéroes caídos como Von Roehrich (todavía no se sabe si está escondido con Anaya, en alguno de los Bisquets Obregón de su compadrito Mancera, o en la embajada de Perú), el alcalde Taboada, Jorge Romero, “Perseguidos políticos”.

La Rosa de Guadalupe se convierte en Lo que callamos los panistas. Una cosa muy alegre y bien chipocluda, pero se me hizo raro que mi Tatankita Córdova y Murayamasamí (encargado de echarle la sal a los Pumas) no se aparecieran a defender a sus contlapaches partidistas con los que tienen relaciones peligrosas en unas muy sanas y oscuras concertacesiones con Alititito, Markititito y Zambranititito como se pudo comprobar en esos Whats que no tiene ni el Negro del Whats. 

Más raro todavía que Margarita Zavala y el expresichente Jelipillo defiendan con garbo a los del Cártel inmobiliario al ritmo de “!Ayyy, miiiissss hiiiijooooosssss!”, y luego verlos en unos vídeos y tuits (siempre hay un tuit) donde acusan a estos mismo personajes de ser unos canallas, unos miserables y unos malos mexicanos bien transas. A lo mejor están defendiendo a los cavernicolitas del Cártel inmobiliario porque la pareja está muy distraída esperando el juicio contra García Luna Productions y cada día hay más pruebas ¡Qué nervios!

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