viernes, mayo 3, 2024

El problema no es el sabor de los camarones enchipotlados; el problema es Veracruz y sus daños estructurales…

CLAROSCUROS

José Luis Ortega Vidal

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El problema no son los camarones; el problema es el miedo que embarga a Poza Rica por la muerte de Ruth Alamilla y los cuerpos descuartizados y congelados y la conversión de esta población norteña en una suerte de refugio para el espanto…

El problema no es el chipotle; en realidad, el problema es la ausencia de datos sobre los jóvenes albañiles desaparecidos en Tres Valles y Roxana De la Cruz, la joven madre soltera acayuqueña vista por última vez en Oluta el 8 de febrero pasado, cuyo destino incierto se suma al de docenas, cientos de hombres y mujeres…

El problema no es tener un gobernador hogareño dedicado a la cocina dominical con la familia; el problema es la falta de planeación y solución al destino final de la basura regional en el sur, con dos fracasos muy sonados en Chinameca y Nanchital, a pesar de la orden -a tiempo- del presidente López Obrador para cerrar el basurero de Las Matas.

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Y hay más ejemplos sobre problemáticas estructurales en Veracruz.

En materia de economía y salud, tenemos al primer trimestre del 2023:

“Ante el impacto de la pandemia de COVID-19 en la economía nacional, es de gran relevancia conocer cuál ha sido el ritmo de recuperación de las distintas entidades, donde la pregunta importante es: ¿cuáles ya superaron su nivel prepandemia? 

Para contestar esta pregunta, comparamos la actividad económica de los estados del primer trimestre de 2020 (previo al choque económico derivado de la pandemia de Covid-19), con la actividad económica observada en el primer trimestre de 2023.

Al comparar estos periodos, se observa que 24 estados se encuentran por arriba de su nivel prepandemia, siendo actualmente Tabasco, Oaxaca y Baja California Sur los que presentan mayor grado de avance respecto al 1T2020.

Por otro lado, de los ocho estados cuya actividad económica no se ha recuperado, el peor desempeño lo muestra Campeche, con un 15.3% por debajo de su nivel prepandemia, seguido por Veracruz y Colima, que se sitúan 4.6% y 3.5% por debajo de su nivel prepandemia, respectivamente.”

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Ignoro si el gobernador Cuitláhuac García Jiménez es buen cocinero; nunca he probado sus camarones con chipotle.

Me ocupo, en cambio, de obtener información desde fuentes confiables, para analizar indicadores sobre el desempeño de su gobierno.

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Sólo contamos -en mi opinión- con la candidatura de Rocío Nahle García en el proceso de relevo del gobierno veracruzano.

Estoy seguro que Rocío Nahle cuenta con la información que comparto en Claroscuros, pero si su equipo de prensa se aboca a leer y analizar, habrán captado un error en el gobierno actual con respecto al manejo de la comunicación institucional.

Durante cinco años contrataron plumas para difundir sólo “su verdad” y cerraron las puertas al diálogo con académicos, comunicólogos, líderes de opinión y representantes de la sociedad cuya información es básica para contrastar la versión oficial con la percepción a ras de tierra sobre sus resultados.

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Narciso miró su rostro tanto tiempo frente a las cristalinas aguas, que terminó ahogado.

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El ejercicio de comunicación vertical del cuitlahuismo ha llevado a nuestro jefe del ejecutivo a mostrar insensibilidad en momentos delicados como los que vivimos hoy -de norte a sur y sin dejar un espacio vacío en la amplia zona centro- en un Veracruz dañado, dolido, molesto por heridas en su andamiaje social, económico, de salud, de comunicación, de conectividad, de seguridad, de su tejido social.

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Rocío Nahle debería estar recogiendo ese sentir, ya, si desea elevar su nivel de conexión con la compleja, diversa, multiétnica, culturalmente distinta, geográficamente contrastante, entre una región y otra, entre un municipio y otro, sociedad veracruzana a la que asegura pertenecer y a la que insiste en querer servir.

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El tema de la gubernatura va más allá de lo electoral, ingeniera.

Gobernar Veracruz es, digamos, diferente a construir una refinería, sin dejar de reconocer el alto nivel del trabajo matemático, científico, financiero, político, aportado por usted en la histórica obra de Dos Bocas.

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Veracruz es difícil por su riqueza humana, histórica, intelectual, artística, económica, cultural, y porque el abandono ha continuado a pesar de expresarse lo contrario en boletines y vocerías ramplonas.

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No todos los veracruzanos somos jarochos; no todos los huastecos cantamos el querreque; no todos los totonacos volamos…

Un buen inicio para abordar la complejidad sociocultural veracruzana puede ser el hilo conductor desde lo que hizo y lo dejó de hacer nuestro primer gobierno morenista.

Sin romper lealtades, sin dejar de cuidar a quien se debe de cuidar -la palabra es la palabra- un poco de autocrítica a nadie le viene mal y Veracruz ya ha sufrido a lo largo del tiempo gobiernos de charlatanes…

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Ignoro quién será el candidato del FAM pero José Yunes Zorrilla es el político que más profundamente conoce nuestra economía. La conoce como economista y la conoce municipio por municipio, grupo cultural por grupo cultural; lo que le lleva a estructurar discursos desde una perspectiva profunda: la de la economía por vocación ecológica, cultural, geográfica e histórica.

Dicen que será Anilú Ingram; en todo caso la joven legisladora tendrá oportunidad para demostrar sus cualidades políticas.

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Dante Delgado, dueño de Movimiento Ciudadano, electoralmente es un ladrillo que alguna vez fue castillo todopoderoso, pero el conocimiento del senador nativo de Alvarado sobre el mapa humano, político y económico de Veracruz, equivale a una enciclopedia.

Está moviendo a Juan Manuel Del Río Virgen, político experto, entre cuyas experiencias sobre el poder está la de haber sido preso por una política de Estado, como Tito Delfín, Rogelio Franco y otros…

Y no es que uno peque de ingenuo…

En lo particular, a ninguno de ellos le compraría un coche usado…

Pero una cosa es la ley y otra cosa es su mal empleo como instrumento de represión.

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En la izquierda histórica de Veracruz hay intelectuales y sabios; muchos están en la Universidad Veracruzana, cuyo presupuesto es ninguneado por dos de sus hijos -cosas veredes Mío Cid-.

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Sean quienes sean los abanderados opositores, junto con Rocío Nahle deberán mostrarnos un talante discursivo de alto nivel -ya se extraña- y un diagnóstico preciso sobre las problemáticas de una entidad cuya importante aportación al PIB nacional ya no debe ser vía materia prima industrial, sino a través de su propio desarrollo humano, económico, cultural y político como lo fue décadas atrás.

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Ni qué decir de nuestra gastronomía.

Los veracruzanos guisamos unos camarones con chipotle para chuparse los dedos…

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