Agencias/Sociedad 3.0
Los colegios electorales cerraron este domingo en Finlandia a las 20 hora local (18.00 GMT) para la primera ronda de las elecciones presidenciales, en las que el conservador Alexander Stubb parte como favorito en los sondeos.
Cerca de 4,5 millones de finlandeses fueron llamados a las urnas en unos comicios en los que el 44,2 % del electorado ya votó por anticipado, siete puntos más que en los de 2018, en los que la participación final fue del 69,9 %.
Se espera que pocos minutos después del cierre de los colegios se hagan públicos los primeros datos del recuento, ya que el voto anticipado se ha ido contabilizando a lo largo del día.
La última encuesta de la televisión pública YLE le da a Stubb el 27 %, por delante del ecologista Pekka Haavisto, con el 23 %, y el ultraderechista Jussi Halla-aho, con el 18 %, todos muy lejos de superar el 50 % necesario para evitar una segunda vuelta, que se celebraría el 11 de febrero.
El presidente tiene como principales competencias la política internacional y de seguridad, aunque consensuadas con el gobierno de turno, una cuestión esta última de máxima actualidad por las tensas relaciones con Rusia a raíz de su intervención militar en Ucrania y el histórico ingreso de Finlandia en la OTAN.
Stubb y Haavisto son los candidatos, de los nueve que se presentan, que reúnen más experiencia en política internacional y de seguridad.
El primero ha sido jefe de Gobierno, ministro en varias ocasiones y regresa después de siete años como vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI); Haavisto, que se presenta por tercera vez a unos comicios presidenciales, fue titular de Exteriores en la anterior legislatura.
Stubb pertenece al partido conservador Kokoomus, de donde proceden también el actual primer ministro, Petteri Orpo, y el presidente saliente de la república, Sauli Niinistö, quien ha agotado sus dos mandatos de seis años.
Haavisto es el histórico líder de Los Verdes, primer candidato presidencial abiertamente gay, pero se presenta ahora como independiente, en un intento de sumar a los votos de la izquierda ecologista los de otros sectores progresistas y liberales.
-Con información de EFE