sábado, mayo 11, 2024

La comunicación en campañas políticas: un arte que se reinventa

La comunicación es una herramienta poderosa que permite compartir ideas, informar y generar simpatías. Cuando se emplea de manera efectiva, ayuda a entender mejor a los demás y a expresar ideas de manera clara y convincente. Además, puede influir en las decisiones y acciones de los demás.

Se considera una herramienta clave para la colaboración y el trabajo en equipo, ya que permite coordinar esfuerzos y trabajar hacia objetivos comunes. También juega un papel crucial en la formación de opiniones públicas, presentar argumentos persuasivos y generar simpatía.

Actualmente, gracias a las herramientas tecnológicas, donde la información se difunde a una velocidad sin precedentes, la capacidad de comunicarse adecuadamente se ha convertido en una habilidad esencial.

En el ámbito político, el proceso de comunicación es de singular relevancia. Se constituye como una herramienta fundamental ya que la forma en que los candidatos y los partidos se dirigen a los ciudadanos, transmiten sus propuestas, construyen su imagen y generan confianza, puede determinar el éxito o el fracaso de sus aspiraciones electorales. 

Sin embargo, la comunicación en campañas políticas no es algo estático ni homogéneo. Al contrario, se trata de un arte que se reinventa constantemente, adaptándose a los cambios sociales, culturales, tecnológicos y mediáticos que se producen en cada contexto y época, cambiando drásticamente a lo largo de los años.

Al explorar la evolución de la comunicación en el ámbito político, es posible advertir cómo han surgido y florecido nuevas herramientas que han revolucionado el panorama. En la antigua Grecia se utilizaba la retórica, el uso persuasivo del lenguaje para influir en la opinión pública. Los discursos de oradores como Pericles, Cicerón o Demóstenes son considerados modelos de elocuencia y argumentación.

Posteriormente, con la invención de la imprenta y la ilustración, surge la prensa escrita como un medio de difusión de ideas políticas y sociales. Los periódicos, los panfletos y los folletos se convierten en instrumentos de propaganda y movilización popular.

La revolución industrial y el auge de la publicidad comercial impulsan el uso de los carteles y los símbolos como elementos de identificación y persuasión política. Los colores, las banderas, los escudos, los lemas y las caricaturas se emplean para transmitir mensajes simples y emocionales.

En los inicios del siglo XX, las campañas y los candidatos dependían en gran medida de los actos públicos, los discursos y la propaganda impresa para transmitir sus mensajes. 

La aparición de la radio y la televisión supone una revolución en la comunicación en campañas políticas, al permitir llegar a un público masivo y diverso, con un lenguaje más directo y personal. Los debates, los spots, los jingles y las entrevistas se vuelven imprescindibles para captar la atención y la simpatía de los electores. Pioneros como Franklin D. Roosevelt  en los años 30 comenzaron a aprovechar la radio para mejorar la participación de los votantes. La televisión llevó la comunicación política a un nuevo nivel cuando llegó a escena en los años 50 y 60. Candidatos como John F. Kennedy pudieron presentarse de una manera más personal y carismática ante las masas a través del nuevo medio.

En la era digital, Internet y las redes sociales han innovado por completo la forma de comunicación política. En el 2008, Barack Obama fue pionero en utilizar estas herramientas de forma efectiva. Su campaña se basó en una estrategia digital innovadora, que combinaba su sitio web, su blog, su podcast, sus videos, sus emails y sus perfiles en Facebook, Twitter, YouTube y otras plataformas.

El internet y las redes sociales abren nuevas posibilidades y desafíos para la comunicación en campañas políticas, al facilitar la interacción, la participación, la segmentación y la viralización de los contenidos. 

Actualmente, las campañas políticas aprovechan la realidad virtual, los asistentes de inteligencia artificial y otras innovaciones. Lo que es seguro es que la capacidad de los líderes para conectarse con los votantes seguirá transformándose drásticamente y la evolución en la comunicación política en el futuro seguirá ocurriendo a medida que surjan nuevas tecnologías. 

Los candidatos y los partidos que quieran ganar elecciones deben estar atentos a estas transformaciones y saber utilizar con creatividad y eficacia las distintas estrategias y recursos comunicativos disponibles para lograr conectar con los ciudadanos y movilizar su voto.

Por otra parte los ciudadanos adquieren una gran responsabilidad a la hora de informarse y formarse una opinión realista. Si bien la comunicación política es clave en cualquier democracia, requiere del compromiso tanto de quienes la ejercen como de quienes la reciben. Los ciudadanos deben ser conscientes de que la comunicación política no es neutral, sino que responde a intereses, estrategias y objetivos de los actores políticos, que pueden ser legítimos o no, y que pueden coincidir o no con el bien común. Los ciudadanos deben asumir su responsabilidad de contribuir al debate público, al diálogo y al consenso, respetando la diversidad y la pluralidad de la sociedad.

Ideario en Perspectiva

El tema que se presenta es de singular importancia debido al impacto que tendría en las ya afectadas finanzas públicas y a su evidente propósito electoral. Proponer una reforma de pensiones que busque, entre otros objetivos, una jubilación al 100%, resulta inadecuado. Se necesitaría un presupuesto de tal envergadura que no existirían fondos suficientes para satisfacer las necesidades básicas de sectores críticos como la educación, la salud y la seguridad pública.

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